LA IMPORTANCIA DE LA CLASE TRABAJADORA EN LA UNIDAD POPULAR
Sin duda alguna, el mayor auge del movimiento obrero en Chile, llega con el triunfo del Compañero Salvador Allende como nuevo presidente del país.
Los trabajadores aparecen en todo el imaginario colectivo de los años 1970 – 1973, hombres y mujeres con rostros duros pero alegres, los cascos, overoles y ropas de trabajo desfilando empoderadas hacia un futuro justo y esperanzador.
Es que la importancia que le diera Salvador Allende a la clase trabajadora fue de tal magnitud que incluía a todos sin excepción; mineros, campesinos, pescadores, mujeres y estudiantes.
La clase obrera copaba cada escena, en lo posible de concebir en un Chile que asegurara el bienestar de todos y los demás proletarios, pronto se fueron dando paso a la formación de los Cordones Industriales (octubre 1972 a junio 1973), siendo los protagonistas de la historia y llevando la promesa de la vía chilena para construir un verdadero socialismo.
Este empoderamiento popular obrero que generará tan impacto social, sólo fue opacado tras el golpe de Estado y el asesinato del Presidente Allende, debilitando y anulando por completo con persecución, encarcelamiento, torturas y asesinatos cada lucha y logro conseguido por los trabajadores para obtener una vida digna, dando paso al capitalismo y neoliberalismo sin escrúpulos y dejando al pueblo sin ese sueño de igualdad.
Es por eso que, como Allendistas, tenemos el deber moral, cívico y político de levantar nuevamente el empoderamiento obrero, a través de los sindicatos, agrupaciones femeninas, sociales y culturales, para un futuro donde la frase ya muchas veces leída desde el estallido social, “hasta que la dignidad se haga costumbre “, pueda ser una realidad en cada hogar de nuestro país.
“El trabajador tiene que ser dueño de su esfuerzo “
Salvador Allende.
Mauricio Venegas.
Frente político, trabajadores.
Pach.