DISCURSO DE APERTURA II JORNADA CONGRESO
25 de junio del 2022.
Informe político inauguración II jornada de congreso programático Partido Allendista de Chile.
El estallido social desnudo en forma descarnada las profundas contradicciones del sistema político y social neoliberal, un estallido que se venía forjando paso a paso desde la década del 90, cuando los primeros gobiernos de la concertación se sumaron sin grandes problemas a la profundización del modelo económico, durante 30 años al pueblo se le venía engañando con el discurso de la equidad, las políticas de los acuerdos siempre fue el candado, que solo se habría mezquinamente para dar paso a la frase: “en la medida de lo posible”.
Las demandas históricas del pueblo se fueron postergando y generando negocios con las necesidades de la gente, esta situación poco a poco fue acumulando indignación y termino por estallar el 18 de octubre del 2019. Las jornadas de protestas masivas que sacudieron todo el territorio nacional, provoco grandes fisuras en el modelo político y generó una correlación de fuerzas favorables a las demandas populares, a tal punto, que de profundizarse la lucha, se hubiera llegado a un estado de ingobernabilidad, sobrepasando las fuerzas del Estado, con las implicancias represivas insospechadas, a un pueblo desarmado, bajo esas circunstancias, los partidos institucionales tanto de la derecha y la socialdemocracia (disfrazada de centro izquierda) imponen una mesa de dialogo, en donde acuerdan impulsar el plebiscito del Apruebo o el Rechazo a una nueva constitución, este acuerdo no fue para evitar la represión a un pueblo sublevado, el acuerdo se impuso para evitar el colapso del Estado neoliberal, con la caída de Piñera y la inevitable empoderamiento y articulación de una izquierda revolucionaria, decidida a desmantelar el neoliberalismo en forma inmediata, ese temor fue el que motivo el acuerdo por la paz.
El estallido social que hiso participe a la gran mayoría del pueblo, estuvo cargado por demandas económicas, las que abruptamente pasaron a las políticas, paradójicamente estas carecieron de una estrategia política, el levantamiento popular estuvo cruzada por infinidad de visiones que nunca pudieron dar conducción, problema que aún sigue sin resolver y suscitan serias diferencias, también podemos constatar que aún no maduran completamente el concepto economicista de la lucha de clases, para pasar a la lucha política, la que trunca y restringe el trabajo de organización y de agitación política. Por otra parte se sigue levantando orgullosamente los discursos vacíos recargado de ideología, que responde incluso al slogan de moda de la temporada, sin distinguir entre las exigencias del momento y las tareas fundamentales y necesidades constante del movimiento en su conjunto, también somos testigo del abuso del discurso de la horizontalidad, la autogestión y el sin partido, conceptos ideológicos que encajonaron a cada orgánica y asambleas que se levantaron a lo largo y ancho del país, dicha ideología es la base del neoliberalismo ya que en el fondo esconde la competencia descarnada en la sociedad.
Al día de hoy podemos sacar conclusiones que años atrás podrían haber sido criticadas por nosotros mismos, como por ejemplo lo evidente que no solo la organización y la lucha popular son suficientes a la hora de construir un movimiento político, la lucha electoral es fundamental en fortalecer la opción política, por años muchos acuñaron la frase “yo no voto me organizo” este eslogan es una frase vacía, ya que en el fondo los grupos o personas que se sienten identificados con este conceptos solo ocultan su incapacidad de abordar la lucha electoral e insertarse en el terreno político para disputar el poder, así como también muchos pudimos ver como esas orgánicas políticas, iban poco a poco convirtiéndose en círculos cerrados, casi como una secta, incapaces de interactuar con otras orgánicas, desechando en la práctica y obstaculizando la conformación del movimiento político revolucionario. Otro factor que obstaculizo la conducción del estallido social por las fuerzas populares, es que estas, carecen de una vocación de poder, es decir solo se limitaban a la demanda social, para ellos “el poder político es cosa de los partidos y no del pueblo”, estos conceptos a la hora de construir un movimiento político son nefastos y facilitan la fragmentación del pueblo y su manipulación.
Finalmente, el estallido social fue domesticado por las fuerzas políticas del orden, las que aún siguen pauteando la agenda política producto de la inexistencia de la fuerza revolucionaria con vocación de poder.
La tarea del Allendismo en el periodo
“Reivindicamos el programa de la unidad popular, en donde su derrota fue militar y no caducada por los avances de la sociedad”.
El partido, desde sus inicios, debe basarse en sus principios, “la teoría y el programa”, que es el resumen de la experiencia histórica general del pueblo de chile.
En el actual etapa, la figura de Allende es citada por diversa capas del pueblo, su fuerza moral es el refugio de los explotados y humildes de nuestra patria y referente indiscutido entre los revolucionarios a nivel mundial, el Partido Allendista es la herramienta correcta en lo que respecta al rescate de la memoria histórica, la figura de Allende interpreta a la gran mayoría de los chilenos y es parte de su idiosincrasia política, cuando el pueblo quiere levantar valores morales y cuando busca la figura que representa los sueños de dignidad y justicia, encuentra al Presidente Salvador Allende, Allende es parte de la cultura histórica y la formación de su partido es la lectura correcta a dar la continuidad a la lucha del pueblo chileno, incluso latinoamericano. Para un Allendista, el partido es en primer lugar, principios, programa, métodos, ideas y tradiciones, son conceptos que encierran en su conjunto la memoria histórica, el programa de la unidad popular, sufrió una derrota militar y no política y tampoco caduco por los avances de la sociedad, es decir hoy en el presente es un programa vigente de la revolución chilena.
La experiencia de los últimos 30 años, en la infinidad de intentos de articular a la izquierda, se ha visto frustrada por las influencias ideológicas del neoliberalismo, que impregna al ser humano, nuestro partido debe ser, el partidario de la unidad en el movimiento popular, más aún, hoy después que el Estallido social nos demostró en forma practica la necesidad del partido de los rabajadores y del movimiento político de masas y de la revolución. los compañeros Allendista, no podemos darnos el lujo de dejar la historia correr sin darle un cause, o nos ponemos a la cabeza de la lucha política o nos rezagamos solo a la lucha reivindicativa y dejamos que la socialdemocracia junto a la derecha nos pautee los destinos del pueblo, nuestro llamado es a enriquecer el programa de la unidad popular, porque cuando el pueblo decida levantarse contra sus opresores o decida pronunciarse en las urnas por un proyecto revolucionario, el programa del pueblo debe estar ya instalado en las conciencias de los oprimidos, vulnerados y en los trabajadores
Un programa vivo en el pueblo, a pesar del negacionismo.
Nuestra propuesta consiste en darle vida al programa a pesar del negacionismo impuesto a sangre y fuego y posteriormente impuesto por los medios de comunicación, el programa exige crear una orgánica territorial capaz de incidir eficazmente en las bases de la sociedad, disputar los centros de poder administrados por los partidos del orden, así como hegemonizar en las orgánicas no institucionales.
El negacionismo está íntimamente ligado con las políticas de los acuerdos, en donde son cómplices compenetradamente la derecha y la socialdemocracia nacional e internacional.
El negacionismo a calado profundo en las conciencias del pueblo, en donde los revolucionarios no somos la excepción, a lo largo de los años hemos sido testigos, de cómo las coordinaciones políticas se diluyen o no tienen la fuerza para influir en el escenario nacional, a falta de un programa, olvidando que ese programa existe y se llama el programa de la unidad popular.
Alejandro Herrera Diaz.
Presidente.
Congreso programático partido allendista de chile. PACh.
25 de junio del 2022.