DENUNCIA PUBLICA CONTRA EL ESTADO Y EL MINISTERIO DE SALUD.
8 de junio del 2023.
Ante la lamentable y dolorosa muerte de un neonato a la espera de cama para su atención en el Hospital de San Antonio, es necesario realizar una reflexión crítica, del actual modelo de salud, de los protocolos en la gestión de camas críticas y de la importancia que tiene, que nuestra constitución garantice no solo el acceso a una atención de salud, sino, que garantice el derecho a una salud efectiva.
Todos los años, nuestro sistema de salud, se ve enfrentado a una serie de diferentes virus temporales como, Influenza, Virus Sincicial, por citar los más comunes.
Al día de hoy, nuestro sistema de salud, cuenta con 803 camas en el sector público y 250 camas en el sector privado, dando un total de 1.053 camas para urgencias respiratorias infantiles[1]. De las cuales existe una ocupación del 92%, donde el tiempo de ocupación de dichas camas es entre 48 a 72 horas dependiendo de la gravedad.
Según el Subsecretario de Redes Asistenciales Fernando Aros, esta situación es totalmente previsible ya que ocurre año tras año. Entonces, el siguiente cuestionamiento es válido; ¿Tiene Chile, una planificación de salud pública, orientada a proteger a los ciudadanos y en especial a niños y ancianos? ¿El actual modelo de salud, basado en la participación de los privados, con sentencia resolutoria de la Corte Suprema, para devolver los excesos cobrados por las ISAPRES, soluciona el problema de salud para todos los chilenos en forma eficiente?
Por un lado, el sector público, carece de planificación y de gestión que permita garantizar, a la luz de los hechos ocurridos en San Antonio, no tan solo el derecho a una salud con estándares garantizados de calidad, sino, que, además, carece hasta del simple hecho, de garantizar el acceso a una cama y con eso a un tratamiento.
La salud privada, desarrolla su negocio de integración vertical y horizontal hacia atrás y hacia adelante; los mismos dueños de las Isapres, son los dueños de clínicas y laboratorios, lo que llamamos oligopolios, pero la descripción perfecta es monopolio de la salud. Estas instituciones, se rigen por la ley de oferta y demanda y el objetivo en ese sentido es hacer rentable la inversión.
Pero que el mismo Estado de Chile, pretenda hacer eficiencia con el prepuesto de salud, ahorrando recursos en disponibilidad y gestión de camas, para buscar mezquinos resultados fiscales; nos parece de los más aberrante, más aún cuando se trata de niños.
La actual Constitución de 1980, y el borrador de constitución elaborada por los veinticuatro especialistas, tienen una similitud innegable para todo el pueblo de Chile; su génesis antidemocrática. La primera de 1980, construida en dictadura y la segunda, nacerá de un borrador, construido por veinticuatro especialistas DESIGNADOS, por dos instituciones que gozan, de la más baja credibilidad; diputados y senadores.
El Consejo Constitucional sigue consagrando la salud al mercado. Por lo tanto, esta mirada, se antepone, a lo que creemos, que se debe trasformar, como deber del Estado, a; garantizar una prestación de salud, con los más altos estándares de calidad, incorporando una mirada de, sistema de seguridad social.
Hacemos un llamado a todas las personas, al pueblo, a estar conscientes de esta realidad, chile necesita una transformación profunda de su orientación política y su arquitectura económica, necesitamos que el estado de Chile tenga el deber, de entregar prestaciones de calidad y excelencia en Salud y que no sea el mercado, el que intente resolver esas necesidades. Ya de sobra sabemos, que el rol mercantil de los privados en cualquier ámbitos, solo tiene como objetivo, maximizar la rentabilidad.
Desde todos los rincones de nuestra patria, los invitamos a transformar Chile.
[1] Figura N°01. Total, de camas disponible sector público y privado. Camas ocupadas 92% equivalentes 969 de un total de 1053. A día de hoy 08 de junio, solo un 8% de disponibilidad, 84 camas, urgencias infantiles